Egipto Revuelto

La insatisfacción con las decisiones del presidente Hosni Mubarak, ha alentado a miles de egipcios protestar en la plaza Tahrir y la plaza de la Libertad exijiendo reformas democráticas y económicas. Estas revueltas han llegado ya a otros Estados árabes como Yemen.

Las autoridades están descubriendo que sus tácticas no pueden detener las protestas. Las manifestaciones se han organizado a través de redes sociales como Facebook y Twitter, que el Estado ha bloqueado porque han demostrado ser una fuente de información fiable e independiente que moviliza a los ciudadanos a las calles para hacer llamamientos públicos pidiendo reformas.

Las manifestaciones son la demostración del malestar político en Egipto, que se vuelven más frecuentes e intensas. El analista John R. Bradley predijo en junio de 2008 una revolución en Egipto. Señaló que este país se desintegraba lentamente bajo dos presiones: una “implacable dictadura militar y una errada política de Estados Unidos hacia Medio Oriente”. Mientras que en el régimen egipcio ha quitado a sus ciudadanos todo, y no ha cubierto sus necesidades diarias, sus ciudadanos piden un régimen democrático, que puede no ser capaz de acabar con la pobreza, pero la gente tendrá libertad y dignidad.

Esta olla a presión hace que el mundo árabe tenga miedo al llamado "efecto dominó" de las revueltas populares de Túnez y Egipto. Las organizaciones defensoras de derechos humanos consideraban inevitable, y la Liga Árabe habla ya de cambios en El Cairo y aseguran que Egipto está cerca de experimentar un gran cambio popular. El secretario general de la Liga Arabe, Amr Moussa, de nacionalidad egipcia, dijo que en Egipto "es necesario tomar en consideración la rabia del pueblo" y aseguró que "la política en Egipto debe ser cambiada".